Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que escribí en este blog. Este parón ha servido para encontrarme a mí misma, encontrar una forma de continuar mi camino de la manera más consciente posible, y todo ello traducido en forma de equilibrio.
¿Y qué es lo que quiero decir con esto de equilibrio vital? Para mí este equilibrio consiste en encontrar la forma de expresarte en todos los roles que representas en tu vida.
En mi caso desempeño cuatro roles diferentes. El primero sería como persona es decir, como ser individual con pensamiento propio y con mi propio mundo. El segundo sería como profesional es decir como trabajadora. El tercero sería como pareja y por último el cuarto sería el rol de madre. Existen otros roles que, para otras personas, pueden ser más importantes que algunos de los que ya he nombrado, como puede ser el rol de hijo, el rol de cuidador, etc. Probablemente existan un sinfín de roles, pero mi intención con esta entrada, es explicar de alguna manera, lo que ha supuesto para mí encontrar el equilibrio en los roles que yo desempeño en mi vida, y que muy probablemente, es extrapolable a cualquier otro rol que se pueda desempeñar.
Empezaremos por el rol de persona individual. Todos nacemos como seres individuales, con nuestra propia forma de ser, nuestros temores, nuestras pasiones, nuestros sueños, nuestras dificultades, nuestros traumas... Todas estas características no solo vienen determinadas por cómo somos desde que nacemos, evidentemente la personalidad se va forjando a los largo de los años, con lo que traemos "de serie", que a su vez se va empapando de factores externos, como puede ser, el entorno familiar, las vivencias de la infancia, la educación recibida y en general, todo lo que nos llega alrededor desde que somos pequeños. En realidad lo que nos diferencia a los unos de los otros es sobre todo nuestro propio "yo", porque a pesar de vivir las mismas circunstancias, dos hermanos que se hayan criado en la misma familia y de la misma forma, a pesar de que hayan tenido vivencias diferentes, pueden ser muy distintos a la hora de comportarse en la vida, porque, al fin y al cabo, cada uno tiene su propio interior, y asimilan las enseñanzas recibidas de una forma diferente. Por eso es tan importante conocerse a uno mismo, pararnos de vez en cuando y darnos cuenta de que es lo que necesitamos, proporcionándonos, de alguna manera, el tiempo necesario para nosotros mismos. en este caso, es muy importante tener un rato a solas para ordenar nuestros pensamientos, identificar nuestras emociones y buscar posibles soluciones a aquellas cosas que nos preocupen. Dentro del rol personal y el tiempo para uno mismo, incluiría compartir tiempo con amistades de vez en cuando salir con un/una amig@, o un grupo de amig@s puede ayudarte a liberar tensión, liberar carga mental y tener una buena sesión de risoterapia que te ayudará a sentir que tus preocupaciones son menos pesadas.
Vamos ahora a por el rol de profesional. En mi caso soy una mujer que aparte de trabajar en casa, trabajo fuera de casa. Para mí esto supone un crecimiento personal importante, es decir, me gusta el trabajo que desempeño pero a su vez supone más carga mental a lo largo del día para mí, más cansancio, más preocupaciones... pero a pesar de lo negativo que pueda tener en cuestión de estrés, lo considero algo imprescindible para mí y ya no por la necesidad económica o no sino porque en mi caso me gusta y me supone una satisfacción personal el poder desarrollar la labor que hago. En lo que quizá no estoy de acuerdo es que probablemente este rol sea el que más tiempo me ocupa a lo largo del día pero esto viene determinado por el sistema, la necesidad económica, real o no, y por la sociedad de consumo en la que vivimos actualmente. Probablemente se podría cambiar o mejorar, pero hoy por hoy no me lo planteo, porque, a pesar de quitarme mucho tiempo, me permite desarrollar el resto de roles que actualmente desempeño.
Continuamos con el rol de pareja. Cuando nos convertimos en pareja de alguien, partiendo de la base de que queremos estar con esa persona, tenemos que dedicarle parte de nuestro tiempo, de nuestra atención y de nuestra vida. Para mí quizá este es uno de los roles más complicados de desarrollar. Al final necesitas mucho tiempo para conocerte, conocer a esa persona y descubrir si realmente existe un camino común a seguir porque si hay un aspecto de nuestra vida en el que mostramos nuestras taras, nuestros traumas, o nuestras carencias, es para con la pareja además de con los hijos como ya veremos después. La inseguridad en forma de celos, el abandono personal por complacer al otro por miedo a la soledad, no dejan de ser carencias que tenemos nosotros mismos y que dejamos salir en este tipo de relaciones.
Por último el rol de madre. Ya son ocho años desde que soy madre, no son muchos pero tampoco son pocos. Durante estos años he podido aprender mucho de ellos y de mi misma, Y me atrevería decir que creo que la vida los ha puesto en mi camino para concienciarme de muchas cosas de las que no era consciente, sanar muchas y recuperar la capacidad de resolver otras. La duda constante de si lo estoy haciendo bien o no con ellos a veces es agotador, pero poco a poco me voy dando cuenta de que muchos de los errores que cometo, son debidos a mis propias carencias, a mis propias experiencias vividas, lo que me ayuda darme cuenta de que son seres diferentes, con otras necesidades, con otros anhelos y me ayuda entenderles mucho mejor. Por eso digo que el ser madre me ha ayudado mucho a mí personalmente porque para mí ellos son grandes maestros. Estoy convencida de que la maternidad es de lo más difícil de llevar, al fin y al cabo eres la guía de unos pequeños seres y mucho de lo que hagas influirá en lo que sean de grandes. Y eso es una responsabilidad enorme.
Una vez descritos los cuatro roles en los que me veo inmersa hoy por hoy, puedo explicar a qué me refiero con el equilibrio vital. Para mí el equilibrio vital es dedicarle el tiempo suficiente a cada uno de ellos sin olvidarnos de ninguno. Esto no quiere decir que el tiempo sea es el mismo para cada uno, puede ser más tiempo para uno que para otro pero sin olvidarse de dedicárselo a todos ellos. Por ejemplo, un error que cometemos la mayoría de las mujeres, es que en el momento en que nos convertimos en madres nos olvidamos de todo lo demás. Nos olvidamos de que somos personas, de que somos parejas, y de que somos profesionales así como de otros roles que podamos desempeñar dependiendo de la situación de cada uno. Después de mi experiencia, he de decir, que es muy difícil, durante los primeros años de vida de un niño, el darte cuenta de este error porque lo cierto es que cuando son bebés, necesitan mucho tiempo dedicado por parte de la madre y eso a veces impide que podamos equilibrar el tiempo en el resto de los aspectos de la vida. El problema viene cuando el tiempo va pasando y el niño se va haciendo más mayor y seguimos centrando todos nuestros esfuerzos en la maternidad. Eso no es bueno para nadie, ni para nosotros, ni para nuestras parejas, ni para nuestros hijos. A veces se hace difícil darse cuenta pero si lo hacemos, siempre podemos rectificar.
En mi caso y desde hace ya algún tiempo eso si, cuando los niños han sido más mayores, he logrado encontrar ese equilibrio para poder desarrollar todas las facetas que me ocupan en la vida. Tengo mis horas de trabajo al día quizás este punto, como he dicho antes, me gustaría reducirlo en tiempo, pero bueno sé que algún día de una u otra forma lo haré.
Como persona me dedico más tiempo a mi misma, tengo ciertos momentos de soledad en los que ordeno mis pensamientos, siento mis emociones y trato de aprender algo de lo que mi cuerpo me dice en ese momento. Hago deporte un par de días por semana lo que me ayuda relajar mucha carga mental y además me mantiene un poco más en forma.
Como pareja nosotros salimos una o dos veces al mes juntos solos y tratamos de hablar, divertirnos y sobre todo conocernos mejor el uno al otro. Esta es una de las cosas que más ha mejorado nuestra relación porque muchas veces el tiempo de otras cosas, el trabajo, los niños absorben gran parte de nuestro tiempo y hace que nos olvidemos de cuidar de algún modo esa relación que en algún momento formamos.
Y por último, como madre, evidentemente trato de dedicarle todo el tiempo que puedo porque, como he dicho lo considero una gran responsabilidad y debo dedicarle el tiempo necesario, ya que soy consciente, después de lo que he vivido en mi niñez, de lo importante que es el tiempo de calidad dedicado a los hijos. Probablemente me equivoque un millón de veces en un millón de cosas, por eso trato de mejorar cada día y aprender de ellos todo lo que puedo, porque sin duda, increíblemente, es una de las cosas que mayor conocimiento sobre mi misma y sobre la vida me está aportando.
En conclusión, el equilibrio vital se puede alcanzar siempre que le dediquemos el tiempo necesario a cada una de las funciones que desempeñamos en la vida sin olvidarnos de ninguna de ellas. En el momento en el que dedicamos mucho tiempo a una de ellas y nos olvidamos de alguna de las otras, probablemente empecemos a no sentirnos bien, empecemos a tener problemas de pareja, problemas con los hijos, con el trabajo, o sentirnos vacíos porque no nos hacemos caso a nosotros mismos.
Lo escrito anteriormente es simplemente mi propia experiencia, esto no quiere decir que sea la forma de llegar a la felicidad. Si ha sido mi forma en este momento de mi vida de llegar a la felicidad lo cual no quiere decir que el día de mañana pueda necesitar otras cosas. Es decir muchas veces, en el caos, también se puede encontrar la felicidad. Salir de la zona de confort ayuda muchísimas veces a encontrar el camino de la felicidad. Cierto es que durante muchos periodos de mi vida he estado fuera de esa zona de confort y he aprendido muchísimo, pero en este momento de mi vida, encontrar mi equilibrio vital, ha significado el sentirme más feliz.
En cualquier caso esto es solo una vía para encontrar la felicidad. Muchas veces muchas mujeres y hombres se encuentran tristes, vacíos y es por qué no se dedican tiempo a sí mismos. Otras muchas veces sienten que su relación de pareja se está yendo al traste, y es por qué no se le dedica el tiempo suficiente a pasar tiempo solos, y esto, irremediablemente enfría la relación. Otras te sientes lejos de tus hijos, sin esa conexión que permite que te cuenten como se sienten, o que les ha pasado hoy, y si a esto no se le dedica el tiempo suficiente, las consecuencias pueden ser nefastas.
Por último, y si has llegado hasta aquí, darte las gracias por leerme, y sobretodo transmitirte que esta explicación está hablando de un momento concreto de mi vida que puede que no coincida con el tuyo propio, pero si coincide, quizás te ayude a identificar donde puede estar el problema por el que no te sientes bien con tu vida. Pero vuelvo a repetir que no es la única vía para conseguir la felicidad puesto que hay otros momentos de nuestras vidas en el que el caos es necesario y nos puede traer otras muchas forma de encontrar nuestra propia felicidad.