martes, 6 de agosto de 2013

Un MAR de sensaciones

No me canso de admirarte. Llevo ya un largo rato mirando el ir y venir de tus aguas en forma de olas. Tu brisa acaricia mi piel suavemente mientras respiró con una sensación de infinita libertad. Tu fina arena tapa mis pies desnudos provocando esa sensación que con cada pisada reconozco como un suave masaje. La luz del sol te ilumina haciendote más bello si es que es posible. 

Y aquí sentada sobre la toalla quedo embobada mirando tu horizonte infinito, mientras decenas de pensamientos pasan por mi cabeza en armonía con la emoción que me produce estar a solas contigo. Porque es cierto que mi vida actual no me permite demasiados momentos de soledad. Y ahora que lo tengo, puedo sentirme profundamente, incluso dejando de escuchar los gritos y las risas de los niños que juegan cerca de mi. Envolviéndome en ese halo de tranquilidad que siento cada vez que estoy cerca de ti. Ese olor indiscutiblemente tuyo que invade cada rincón. 

Y es que si algo se de mi futuro es que algún día viviré cerca de ti, donde pueda observarte siempre que quiera y donde se que tengo un lugar que armoniza mis sentidos y une mi mente y mi corazón como nada puede hacerlo. Sueño en infinitas ocasiones contigo y ahora que estoy aquí me gustaría convertirme en sirena para hacerte mío.

Nada hay como tu para darme paz, no imagino melodía más bella que el sonido de tus olas, no existe otro lugar que me transmita tanto, eres la mejor definición de felicidad para mi. 

Y mientras que ese futuro no llegue, prometo que te visitare siempre que me sea posible. Porque sólo con mirarte en tu inmensidad, me siento afortunada y la persona más feliz del mundo. 


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